En el nombre de Dios, yo invoco a San Cipriano, rezo y cargo con
mi devoción. Librarme de todo peligro y daño del prójimo.
Libérame del mal, y de todo animal rabioso y venenoso, líbrame de
maleficios y hechizos malignos. Dirígeme con toda seguridad y
felicidad en mis viajes. Aclárame el camino; alejándome todos los
peligros y daños que me puedan rodear.
Te ruego Santo mío
intersección gloriosa para Dios.