Alejar malos espiritus

Yo te arrojo espíritu maligno, y te ordeno, por el Dios verdadero,
por el Dios vivo, por el Dios Santo, que salgas y te alejes de éste sitio para no volver jamás, y te lo ordeno en el nombre de quien te venció, y que triunfó de ti en el Calvario y anuló tu poder para siempre.

Te ordeno que no asustes nunca más a los que habitan en esta morada, en el nombre de Dios Padre Hijo y del Espíritu Santo,
que vive y reina en todos los siglos de los siglos.
Nosotros te suplicamos, Señor, visités esta morada y arrojés muy
lejos toda insidia del enemigo, y que tus Santos Ángeles habiten en ella, protegiéndonos y conservándonos la paz, que tu bendición sea siempre con nosotros. Así sea.

Amén.